“Un proceso asistido termina siendo mágico” Endometriosis.
Ser mamá es un proceso que expande el corazón.
Me doy cuenta que tengo endometriosis cuando decido ser mamá, era un plan de vida y duré 2 años intentando sin éxito alguno.
“Un dolor no es normal” Síntomas de la endometriosis.
Algo que nos enamoró del proceso fue la claridad con la que te explican todo lo que pasa en tu cuerpo.
Prepararse en medio del diagnóstico de la endometriosis para estar saludables al momento de someterse a un tratamiento de fertilidad es clave.
El proceso no es un tratamiento más…Nos sentimos sostenidos y abrazados
Pasé 9 años en tratamientos en otro país sin éxito y cuando lo logré en Reprotec la felicidad fue enorme cuando llegó Ilana.
Yo hubiese dado lo que sea por saber que podía preservar mi fertilidad hace años para hacerlo mucho antes y así tener la paz que ahora llevo.
Me parece muy importante que Reprotec brinde este apoyo necesario y no solo el tratamiento.
Cuando pude preservar mi fertilidad fue mi primer gran triunfo en contra del cáncer
En el proceso de la fertilización es necesario atender tu salud y tus emociones y en Reprotec encontré este acompañamiento.
Viajaron desde Atlanta a nuestro centro buscando una solución que se acomodara a sus necesidades.
“En Reprotec nos sentimos atendidos con cariño y con amabilidad, en Atlanta éramos un número más, un cliente más.”
” Fui diagnosticada con endometriosis grado cuatro, visité varias clínicas en Estados Unidos sin éxito alguno, hasta que llegué a Reprotec en Colombia.
¡Fue como un grupo de ángeles en todo el camino! “
Ellas confiaron en nosotros para iniciar el camino a formar una familia, por eso hoy sonríen y se siente agradecidas con nuestros especialistas, porque juntos hicieron el mejor equipo para hacerlo posible.
La endometriosis no es una enfermedad fácil, yo tengo dos milagros gracias a Reprotec.
Porque si uno no tiene ángeles no tiene milagros.
Siempre que los necesité estuvieron ahí para resolver todas mis dudas. Ahora tengo a mi tesorito como dice el Dr. Rueda y cuatro hermanitos más congelados.
Para mi Reprotec es como una familia, realmente con ellos sentí el calor humano que muchas pacientes que atravesamos la infertilidad no sentimos en otros centros.
Desde el primer momento me dijeron que sí se podía lograr. Hay momentos duros pero lo importante es contar con un equipo que te de moral y confianza para seguir el proceso.