La infertilidad de pareja es un problema de salud pública ya que 1 de cada 5 parejas lo sufre. Del 35 por ciento son de causa masculina pura y un 25 por ciento de las causas de infertilidad son una combinación de masculino y otra patología de la mujer.
Cuando existe una sospecha de trastorno de fertilidad en el hombre se inicia con una adecuada historia clínica, tratando de encontrar factores detectables para facilitar el estudio. Uno de los parámetros más útiles en el estudio de la infertilidad masculina es el Espermograma y es el método de elección para su diagnóstico y tratamiento si es el caso.
El Espermograma es una evaluación biológica del eyaculado que requiere unas condiciones especiales de toma pero en especial debe tener una lectura de parte de personal altamente especializado, los indicadores de este resultado nos pueden orientar claramente sobre el tratamiento y recomendaciones de esta pareja.
Cuando una pareja sospecha una dificultad para conseguir un embarazo el Espermograma nos aporta una información muy valiosa y hemos aprendido que las parejas con un factor masculino importante suelen consultar más pronto y por eso se les ofrece un tratamiento a menor edad con un pronóstico más favorable.
La lectura del Espermograma debe hacerse en medio del contexto de la evaluación de la pareja infértil. Evaluaciones del conteo y de la morfología (usando criterios estrictos- kruger) nos ofrecen un diagnóstico muy preciso sobre la condición clínica del varón, su pronóstico en condiciones de laboratorio y su posible respuesta a un tratamiento médico.
Se pueden encontrar varicoles en un 11 por ciento y en un 25 por ciento de los hombres con patrones seminales anormales. La corrección quirúrgica del varicocele es un capítulo ampliamente discutido en la literatura médica. En la actual tenemos consenso que la corrección quirúrgica del varicocele no mejora la capacidad reproductiva del varón , permite prevenir el proceso de atrofia que sufre el testículo pero no ha logrado aumentar el número de pacientes embarazada.