La infertilidad es un problema que indudablemente afecta la relación de pareja de una manera significativa. Pero en esa búsqueda de soluciones se plantea un nuevo reto y es el de fortalecer la comunicación antes de tomar cualquier decisión.
Los tratamientos de fertilidad son una luz al final de túnel para todas aquellas parejas que durante años han intentado -sin éxito- formar una familia. Sin embargo, a pesar de ser una esperanza y una alternativa viable, eso no significa que sea un camino fácil. Por esta razón es fundamental, antes de comenzar cualquier procedimiento, trabajar primero en la relación y fortalecerla, de manera que el camino sea mucho más sencillo y llevadero. En este punto la comunicación es esencial, así como la confianza mutua, además de la comprensión.
Pero también es vital que ambos estén centrados y que tengan los pies sobre la tierra, esto para hacer un análisis honesto sobre el tema financiero y tener claras todas las herramientas emocionales que tendrán al alcance en caso de que el tratamiento no funcione en el tiempo deseado o simplemente no llegue a feliz término. Tener expectativas realistas y contar con un equipo médico que sea capaz de responder ante cualquier situación adversa, también resulta útil.
Antes de un tratamiento de fertilidad hay que hablar
Antes de someterse a un procedimiento médico de esta magnitud y tomando en cuenta que las posibilidades de éxito no siempre son altas, los especialistas recomiendan a las parejas tener una o varias conversaciones 100% honestas, para tener la certeza de que ambos manejan la misma información y están en sintonía.
Y durante este proceso, es fundamental tocar todos los asuntos que están relacionados con el tratamiento, incluyendo también todo lo que sucederá antes, durante y después del procedimiento, teniendo en cuenta que en ese periodo pueden presentarse imprevistos.
El consejo es entonces, buscar juntos las respuestas a las siguientes interrogantes:
- ¿Cuáles son los tratamientos de fertilidad que pueden traer menos riesgos para ambos? ¿Cuáles son las alternativas que están sobre la mesa?
- ¿Cuáles son las demandas y los costos involucrados, desde el punto de vista médico, financiero y temporal, con cada enfoque?
- ¿Son las drogas de fertilidad seguras para ambos? ¿Las hormonas que se usarán para la estimulación conllevan un riesgo?
- ¿Cuál es el nivel de compromiso de ambos con el procedimiento? ¿Están dispuestos a llevarlo hasta el final? ¿Están dispuestos a afrontar un posible fracaso?
- ¿Están en una posición financiera cómoda que les permita pagar los procedimientos de fertilidad? ¿El seguro de salud que tienen cubre los procedimientos de fertilidad?
- ¿La relación de pareja es lo suficientemente fuerte como para afrontar toda la carga emocional que está por venir?
La infertilidad es un problema de dos
Tener un bebé es uno de los momentos más emocionantes en la vida de la mayoría de las parejas, pero desafortunadamente cada día que pasa concebir resulta más difícil y los tratamientos de infertilidad se han vuelto un tema común.
El estrés físico, emocional y financiero de la infertilidad puede dañar una relación. De manera que la prioridad o uno de los objetivos más importantes siempre debe ser entender es un problema que pueden resolver juntos.
Pero si la comunicación no es óptima y no genera la comodidad esperada, no ayuda a resolver cuáles serán los próximos pasos o si uno de los dos no comparte las inquietudes del otro, una decisión inteligente es considerar alguna ayuda profesional para poder avanzar.
¿Cómo hablar con tu pareja sobre las preocupaciones que rodean un tratamiento de fertilidad? La realidad es que no existe una receta exacta, pero el mejor consejo es tener una conversación sincera que les permita compartir todas esas inquietudes con respecto a la concepción, para que el proceso sea más sencillo y lo menos doloroso posible desde todo punto de vista.