La donación de óvulos es una de las acciones con mayor altruismo que pueda haber; el simple hecho de brindar a una pareja la posibilidad de cumplir el sueño de ser padres nos habla sobre la generosidad, desprendimiento y madurez de quien toma la decisión de ayudar.
El proceso de donación se basa en la estimulación ovárica mediante hormonas que permiten el crecimiento de un número mayor de folículos y por lo tanto de ovocitos, los cuales serán aspirados e inyectados con el esperma de la pareja de la receptora y posteriormente transferido para lograr unas tasas de embarazo mayores.
Obviamente, tal acto no se debe tomar a la ligera y a diferencia de lo que se cree culturalmente no está basado en el deseo de lucro y no todas las mujeres son aptas para ingresar al programa.
Si deseas ser parte del programa debes saber de antemano que se llevan a cabo múltiples valoraciones, exámenes médicos y de laboratorio que nos permiten determinar variables de tu estado físico, mental y personal, como, por ejemplo:
a. Estado físico y personal:
– Edad: ser menor de 28 años.
– Antecedentes personales y familiares.
– Estado físico en general.
– La calidad y reserva ovárica.
– Ausencia de enfermedades infecciosas y de transmisión sexual.
– Consumo de sustancias psicoactivas.
– Disponibilidad de tiempo.
b. Estado mental:
Las múltiples valoraciones no se basan solo en determinar cuál va ser la respuesta al tratamiento, el eje mental nos permite evaluar cual es la motivación para tu decisión e identificar si con ésta se puede llegar a generar algún tipo de conflicto interno durante el proceso y a futuro.
“Recuerda que el proceso de ovodonación es voluntario, confidencial y de carácter anónimo.”